Una joya portuguesa pegada al mar.
Como jugador con casi tres décadas de experiencia y habiendo jugado en innumerables campos de golf alrededor de la península Ibérica y unos poquitos allende de ella, algunos de ellos los mejores links del mundo, puedo afirmar que el Estela Golf Club situado cerca de Oporto, cerquita de Povoa do Varzim, es una joya que todo golfista debería experimentar.
Este campo, tipo links, diseñado por el arquitecto portugués Duarte Sottomayor, se extiende a lo largo de 3 kilómetros de la impresionante costa del Océano Atlántico. Su diseño se inspira en los tradicionales campos escoceses, pero con la particularidad de utilizar Bermuda, lo que le confiere una textura y jugabilidad únicas. Tengo que puntualizar que, sí que es cierto que es un campo tipo links, pero los greenes no se semejan del todo a este tipo de campos en su estado más puro, como los que he jugado en las islas británicas. Los de este campo portugués son más pequeños y se nota más su construcción, son más “artificiales”. Esto no le quita, sin embargo, ni un ápice de encanto ni de dificultad.

Links en la costa portuguesa
Uno de los aspectos que más me llama la atención del Estela Golf Club es su integración armoniosa con el entorno natural. El recorrido serpentea entre dunas y vegetación autóctona, ofreciendo vistas panorámicas al océano en casi todos los hoyos. Esta proximidad al mar no solo proporciona un paisaje espectacular, sino que también introduce desafíos adicionales debido a los vientos atlánticos, que pueden variar en intensidad y dirección, poniendo a prueba la destreza y adaptabilidad de los jugadores. Si cuando voy a jugar no hay, como mínimo, 25 ó 30 km/h, no disfruto igual. Y si hay 40 km/h o mas, disfruto como un enano. Los golpes luchando contra el viento, saliendo con el hierro 4 y haciendo que la bola bote por la calle, es algo con lo que sueño durante todo el año hasta que llega agosto, que es cuando voy a jugar a esta joya escondida.
El campo presenta calles estrechas y bien definidas, que requieren precisión desde el tee de salida. Los greens son firmes y rápidos, recompensando a aquellos que poseen un buen control en sus golpes de aproximación.

Links en estado puro
La atención al detalle en el diseño es evidente, con bunkers colocados estratégicamente y obstáculos naturales que se integran perfectamente en el recorrido. Esta combinación de elementos no solo desafía a los jugadores, sino que también ofrece una experiencia visualmente atractiva, haciendo que cada ronda sea memorable.
En resumen, el Estela Golf Club combina un diseño desafiante con una belleza natural incomparable. Es un destino imprescindible para cualquier apasionado del golf que busque una experiencia auténtica.