Cumpliendo un sueño

Hace un par de años tuve la oportunidad de jugar al golf en el Old Course de St. Andrews. El campo con más historia, mística y todo que puedas imaginar en el mundo del golf. Jugar allí, para los mortales, solo es posible de tres maneras:

– La primera, reservando con mucha antelación a través de un Proveedor Autorizado, como Golf Escocia, del gran Jesús García Sanjuan
– La segunda, apuntándote al ballot (sorteo) y esperando que la diosa Fortuna te sonría.
– Y la tercera, la que yo elegí aquel 1 de abril de 2023: presentarme a las cuatro de la madrugada en la casa club, hacer cola y confiar en que quedase algún hueco libre. En verano, si quieres tener una oportunidad, hay que pasar la noche entera esperando. Aquella madrugada fue especial y la recordaré mientras viva. Horas de charla con golfistas llegados de todas partes del mundo, todos igual de nerviosos, todos igual de ilusionados. Locos por el golf. Expectantes por pisar hierba sagrada.

A eso de las 7:00 abrieron la casa club y empezaron a asignar huecos libres. A mí me dieron las 11:30. ¡Iba a poder jugar! Con caddie solo para mí y green fee, 190 libras. Que cada uno juzgue si es mucho o poco. Yo pagué, agradecido a Dios de poder hacerlo. En cuanto salí de nuevo a la calle, rompí a llorar como un niño.

Con varias horas por delante, di un paseo por el pueblo. ¡Pude ir a misa! en una iglesia preciosa con vistas al campo, St. James. Desayuné un full English breakfast. Y después, nervioso, a esperar mi tee time. ¡Iba a jugar al golf en St. Andrews!!

Madrugada en St. Andrews

Salida del tee del 1

El golpe con más tensión de mi vida, en la calle más ancha que he visto nunca. ¿Imposible fallar? No lo sé. Daba igual. Seve, Bobby Jones, Nicklaus, Tiger, ¡Tom Watson! … todos los grandes me observaban y todos me aleccionaban.

Tee del 1

El resto es historia.

Volveré. Y de nuevo me emocionaré por poder jugar donde el viento, la hierba y la historia forjan a los campeones.